No al aborto en pocas palabras, piedad

Debemos proclamarnos contra el aborto por sentido común, la vida debe ser defendida, si hasta un homicida tiene juicio y defensa para recibir como castigo la reclusión o la muerte.

Amiga/o, si sufrimos violencia, aquí está parte del germen, en los niños que pueden ser etiquetados con: vive o muere. Queremos que aprendamos de chicos el desapego a la vida, matemos bebés. Queremos aprender de niños que los problemas lo arreglamos pasando por encima de la vida de quien tenemos delante, matemos bebés. Queremos que se nos descarte de viejos a la soledad de un hospicio, porque de grande tuvimos la inteligencia de protegernos de la matanza de nosotros mismos, matemos bebés.

¿Cuándo empezamos a ser viejos?.

¿De grandes deberíamos agradecer a nuestros padres no habernos abortado?, ¿Estaban en su derecho, y cuando dejaron de estarlo?, y los hospitales que deben defender la vida, ¿Le vamos a enseñar a ganar dinero quitándola? No, No debemos decir.

Amiga/o, si Usted realmente quiere un mundo diferente, no mate, aunque se ponga de moda, no mate. Si se pone de moda beber alcohol en exceso, no siga la corriente. Si se pone de moda drogarse, no se entregue ni entregue lo más preciado al yerro del momento. Y si por esas cosas de la vida mató, sigue y no lo vuelvas a hacer, como enseñó Jesús, sea un simple hombre o Dios o simple fábula. En el error nos perfeccionamos.

Festeje, aunque, aunque todos censuren, festeje, la llegada de un nuevo ser, ame con todo su corazón, desde el primer día que supo que ha dado vida en un mundo que tiende a apagarla, sea dichosa, que de eso se trata, ya tengas 15, 20, 30 o más años. ¿Desde cuándo hay edad para la vida?, ¿Es difícil criar un niño?, ¡si!, ¿Aceptaría que lo mataran a usted porque hay desempleo, por ejemplo?, ¡Seguramente no!, y si está desempleada/o, ¿No buscaría en alguien el calor humano para soportarlo?, ¡Aférrese!, aférrese a la vida, protégela, y seguro que haremos así una sociedad más justa, respetuosa de la vida y de las necesidades que la vida implica, la vida es un trabajo digno y continuo, nunca estará desempleada/o, enseñe el amor a los niños y el cariño a los ancianos, porque son las dos puntas del mismo hilo o cordón de la vida.

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Educación para todos

Me adhiero fervientemente a la idea que sostiene que la educación debe ser gratuita en todos los niveles, sin desmedro de la educación paga. En educación no debe existir la palabra monopolio, mezquindad, debemos ser generosos con aquellos a quien podemos formar, debemos cada uno de nosotros ser transmisores de las destrezas adquiridas, en especial, cuando nos acercamos a la vejez, para que así, no se apague la llama. No debemos confiar ciegamente en las instituciones, por eso, debemos sumar, debemos dejar algo, cada uno, un consejo, una enseñanza, un ejemplo a seguir. Creo que además se necesita que sea redundante la educación, que los jóvenes tengan el ejemplo de estudio en casa, y solo se puede lograr esto, con un profundo sinceramiento, esto es, que nunca estamos acabados, que tenemos que formarnos toda la vida, por eso, los padres tienen que estudiar algo nuevo constantemente para estimulo de sus pequeños hijos que imitarán algo realmente importante, y en esto en particular, el libro es insustituible, ya sea en papel o en formato digital. El nivel debe ser de lo simple a lo más complejo, porque cuanto más completo sea el contenido, más esfuerzo obstinado pondremos en alcanzar la comprensión en detalle de lo que ansiamos dominar, de lo contrario, una exposición solo descriptiva, será, creo, más bien a manera de anécdota y nada más. Pienso que no es falla no saber, la falla es quedarnos con los brazos cruzados, sin atinar a hacer nada para remediarlo. Finalmente, las bibliotecas públicas deben tener libros de literatura para aprender un rico lenguaje, y además, libros técnicos, de ciencias exactas, etc. Pues los libros deben ser un instrumento de diversión, formación y también deben ser vistos como una herramienta de trabajo, como lo es una computadora, una pala, un rastrillo. Que en una humilde morada brille la lectura del inagotable cosmos del saber...