A veces los padres y maestros se hacen la pregunta, se llenan de cavilaciones, alrededor de las nuevas tecnologías, que si son buenas, que si podrán enseñarlas cuando cambian tan rápido y que parece que llegan a desconocer, que podemos hacer, etc...
Me parece que la Máquina No Debe Detenerse.
La vida es un continuo rescate del hombre en su ocaso por las nuevas generaciones que tendrán también el mismo dilema. No hay vuelta atrás por la sencilla razón de que la naturaleza es un continuo avance hacia el duro perfeccionamiento. Cada pequeño paso hacia adelante deja rezagados, junto a la nostalgia, de lo conocido, el nido de dónde salimos a volar.
La muerte es un horizonte. Una cota. Insoslayable, de no ser por el recurso de la procreación, que nos sobrevive, todo se detendría.
Entonces la tarea es contra reloj, es preparar a las nuevas generaciones para endulzar ese primer vuelo hacia ese pequeña porción de cielo temporal que monopolizaran para dar ese otro paso en los recursos que crearán para asegurar la sobrevivencia de la incontable comunidad humana del mañana.
Recordad que en la tecnología hay una especie de máscara, tras ella encontrarás las mismas leyes de Pitágoras y tantas otras de la remota antigüedad. Por tanto, no es tanto lo que desconocemos, solo un ápice, como ese horizonte hacia otra vida.
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