La frase del título, tiene el significado contrario a la de la frase “Salud reproductiva”.
Piénsese en la infertilidad, piénsese en la presión social que propende a la infertilidad inducida.
Piénsese en la enfermedad social en la figura del “aborto”, que significa un tétrico desprecio por la vida; y digo social, porque en la gran mayoría, la decisión de abortar viene como producto de la presión que una parte de la sociedad enferma ejerce sobre mujeres y hombres.
Si leemos entre “ “ las estadísticas, por ejemplo, se informa que en la Argentina “68000 mujeres ingresan a los hospitales públicos por complicaciones posteriores al aborto y 100 (0.15%) de ellas mueren”, de lo que se infiere también que murieron 68000 fetos o futuros bebes (el 100% de los casos) en manos de algunos médicos o enfermeras inescrupulosos (Clandestinamente en Argentina) aunque parezca mentira.
¿Qué más? Juéguese por la vida, juéguese por la mujer en mayúscula... Si le toca, proteja al ser que viene de su misma sangre, juéguese, que de eso se trata la vida. ¿Qué es más fácil? ¿Matar en un segundo o sostener la vida por décadas? Ese es el gran desafió al que la aliento, lo aliento, a sumarse. No permita que el marketing de turno lo o la desoriente, créalo, somos más, los que aportamos por y para la vida.
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