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miércoles, 13 de octubre de 2021

Reseña, Voz del alma

 Reseña, Voz del alma

Por Pablo Félix Jiménez. Catamarca, 2021.

Se presentó la obra poética de Lucio Vega Melián: Voz del alma. El 25 de septiembre del año 2021, en La Puerta, provincia de Catamarca, país Argentina, 

Este libro tiene una sección para poesías naturistas y otra para poemas románticos. Además, intercala fotografías a color que embellecen su interior.

Lucio Vega Melián. Voz del alma. Argentina, Catamarca: Editorial GRAFI-K, 2021. Páginas 54.

En el poema "Gema de Rubí" de la página 26 encuentro con más fuerza la voz del poeta. Retrospectivamente, advierte que de niño tenía esa vocación o sentir poético sin sospecharlo. Reflexiona: El tiempo transcurre... "montado en tu negro alazán", hacía el fin "te perderás, [...] en la magia de la noche". Concluye: Estaba en ti hacerte feliz… Antes del fin se da cuenta de que siempre tuvo un profundo sentir poético, un rubí, "fruto de un amor inmenso"...

Presentación de Voz del alma (La Puerta, Catamarca)"Hacerte feliz", aquí se refiere a la felicidad extra que aporta el ofrendar poesías, pues en el epílogo nos dice que a pesar de todo siempre fue feliz. Felicidad es la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los vecinos de La Tablada y La Puerta.

Así, cada poema está atravesado por la intención de crear versos que hablan del amor. Cariño a nuestra tierra y a sus habitantes; Sentimientos religiosos hacia Dios, la Virgen del Valle, y Fray Mamerto Esquiú…

La poética de este libro es un pasaje obligado hacia La Puerta, el Ambato, Ancasti, Las Pirquita, y a las aguas que como el tiempo deambulan cristalinas hacia donde hay vida.

Lucio Vega Melián nació en El Alto (Ancasti, Catamarca) en el año 1949. Pertenece al grupo del Taller literario dirigido por el escritor Enrique Traverso de extensión universitaria UNCa. Siempre escribió poesía, éste es el primer libro y ya está preparando el segundo.

Presentación de Voz del alma (La Puerta, Catamarca)








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Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

martes, 17 de agosto de 2021

Nadie sabe, RezaUddin Stalin

 Nadie sabe

Foto de Kelvin França en Pexels
©RezaUddin Stalin.

Traducción al castellano: Pablo Félix Jiménez. 02/07/2021


¿Por qué llueve? ¿Por qué llueve?

¿Por qué esas hojas se mueven?

Quiero saber de sus caminos a través de las nubes...

¿Es la lluvia lo que queda?

El árbol tiene algo que decir.

Demasiado para el viento.

¿Por qué truena cuando llueve?

La mente se aburre.


Las casas se bañan de alegría.

¿Quién perdió la ventana?

¿Por qué la nube llama más rápido?

¿A quién le dará tiempo para dejar el trabajo?


Los que tienen lluvia están llenos de municiones,

Meghadūta e innumerables espíritus.

La lluvia se queda cerca de sus casas,

puedo ver la brecha entre el trabajo.


¿Por qué la lluvia viene tan de repente?

Nadie sabe a quién ama.


Nota del traductor:

Meghadūta: (del Sánscrito: nube mensajera) es un poema lírico escrito por el autor poeta y dramaturgo de la India, Kālidāsa.

Espíritus: En el contexto: Espíritu de la naturaleza.

Municiones: En el contexto como la imagen el humo y el sonido de la deflagración de las municiones.

Video relacionado:




Foto de Kelvin França en Pexels


No one knows

Rezauddin Stalin


Why it rains, why it rains

Why that leaf moves

I want to know from the clouds

What's left is the rain

The tree has something to say

So much for the wind

Why the thunder when it rains

The mind gets bored


The houses are bathed in joy

The one who lost the window

Why that cloud calls quickly

Who will give him time to leave work


Those who have rain are full of ammunition

Meghdoot and innumerable intros

The rain stays near their house

I can see the gap between the work


Why does the rain come suddenly

No one knows who she loves.


কেউ জানে না

রেজাউদ্দিন স্টালিন


বৃষ্টি কেন হয়,বৃষ্টি কেন পড়ে

কেন যে পাতা নড়ে

মেঘের কাছে জানতে চাই তার

বৃষ্টিকথা কি আছে বাকি আর

গাছের কিছু বলার আছে বাকি

হাওয়ার সাথে এতো যে মাখামাখি

বৃষ্টি এলে বজ্র কেন বাজে

মন লেগে যায় উদাস হওয়ার কাজে


বাড়িগুলো আনন্দে স্নান সারে

জানলা খোঁজে হারিয়েছিলো যারে

কেন যে মেঘ জলদি করে ডাকে

কাজ ফেলে কে সময় দেবে তাকে


যাদের আছে বৃষ্টি গোলা ভরা

মেঘদূত আর অজস্র অন্তরা

বৃষ্টি তাদের বাড়ির কাছে থাকে

দেখতে পারি কাজের ফাঁকে ফাঁকে


বৃষ্টি কেন হঠাৎ করে আসে

কেউ জানে না কারে সে ভালোবাসে



Biografía, RezaUddin Stalin

https://en.m.wikipedia.org/wiki/Rezauddin_Stalin
Rezauddin Stalin

Rezauddin Stalin es un poeta muy conocido en Bangladesh y más allá. Nació el 22 de noviembre de 1962 en Jessore, Bangladesh. 

Obtuvo su licenciatura en Economía y su maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Dhaka.

Fue subdirector del Instituto Nazrul, donde estuvo empleado durante 35 años. 

Los poemas de Stalin se tradujeron a la mayoría de los idiomas del mundo y también es un conocido presentador de televisión y personalidad de los medios de comunicación en Bangladesh. 

Stalin es el fundador y presidente del Centro de Artes Escénicas y es también editor senior de Magic Lonthon, una organización literaria.

 El número total de libros de Rezauddin Stalin es ahora más de 100 y su enlace de Wikipedia es:  

https://en.m.wikipedia.org/wiki/Rezauddin_Stalin

 

 Ha recibido numerosos premios y algunos reconocimientos:

 

  • Darjeeling Natto Chokhro Award India (1985).
  • Bangla Academy (2006)
  • Micheal Modhushudhan Dutta Award (2009).
  • Shobho Shachi Award West Bengal (2011).
  • Torongo of California Award USA (2012).
  • Writers Club Award California USA (2012).
  • Premio Cultural Badam California EE. UU. (2012).
  • Premio City Ananda Alo (2015).
  • Bengala Occidental, India, Premio Center Stage Barashat (2018).
  • Premio de la Asociación de Periodistas del Reino Unido (2018).
  • Premio Laureado al Poeta de la Ruta de la Seda Xi'an China (2020).

 

 Sus enlaces a las redes sociales son:

 Facebook: https://www.facebook.com/rezauddin22stalin

 Twiter: https://twitter.com/RezauddinStalin

 Instagram: https://www.instagram.com/rezauddinstalin/


Rezauddin Stalin


Rezauddin Stalin is a well-known poet in Bangladesh and beyond and is born on 22nd November 1962 in Jessore, Bangladesh.

He has done his Bachelor's degree in Economics and MA in Political Science from Dhaka University.

He is the former Deputy Director of Nazrul Institute where he was employed for 35 years.

Stalin’s poems got translated into most languages in the world and he is also a well-known TV anchor and media personality in Bangladesh.

Stalin is the founder and chairman of the Performing Art Center and is also the senior editor of Magic Lonthon - a literary organization.

 Rezauddin Stalin’s total number of books are more than 100 now and his Wikipedia link is: https://en.m.wikipedia.org/wiki/Rezauddin_Stalin

 

He has received many awards and some accolades are:

 

  • Darjeeling Natto Chokhro Award India (1985).
  • Bangla Academy (2006).
  • Micheal Modhushudhan Dutta Award (2009).
  • Shobho Shachi Award West Bengal (2011).
  • Torongo of California Award USA(2012).
  • Writers club Award California USA (2012).
  • Badam Cultural Award California USA (2012).
  • City Ananda Alo Award(2015).
  • West Bengal, India, Centre Stage Barashat Award (2018).
  • Journalist Association Award UK (2018).
  • Silk Road Poet Laureate Award Xi’an China (2020).

 

His Social Media links are:

Facebook: https://www.facebook.com/rezauddin22stalin

Twitter: https://twitter.com/RezauddinStalin

Instagram: https://www.instagram.com/rezauddinstalin/

jueves, 22 de julio de 2021

Catamarca. Pablo Félix Jiménez

 Catamarca

© Pablo Félix Jiménez. 2021

Fortaleza de la falda, tierra Argentina,

tierra Americana norte a sur,

del mundo todo músculo unido,

cuatro rumbos cardinales,

cantan dentro de un universo,

cuyos terruños, y caminos

confundidos señalan a vastas,

vastas estrellas de pertenencias.


Sus paisajes telúricos anticipan,

sus valles, sus serranías, sus desiertos.

Las aguas que cristalinas bajan,

cantan desde la altura de su fragua.

Sus algarrobos, sus quebrachos, sus verdes,

anidan las escuelas del trino vuelo del ave.

Su campo, sus pueblos, sus ciudades,

forman manantiales de sueño americano.


Amalgama de razas, nacen del amor-crisol. 

Un sol funde el desánimo. ¡Escuchemos!

Suena la flautilla de piedra saponita,

Junto a la guitarra, una caja y la voz. 

Un silbido se eleva azul oscuro,

tú yo ustedes en un nosotros.

Cristaliza esa libertad americana,

que ya es del mundo todo.


Y las lágrimas que brotan a destiempo,

hombre llorando en el sino del desacuerdo.

En el filo de un abismo humano presentido.

Humano como el rencor y el añoso perdón. 

De entendimientos tardíos.

Llorar de prejuicios viejos que anonadan.

Y llorar llorar de alegría hoy encontrándonos,

habitantes de un solo mundo Santo y vivo...


Esta es la libertad que saca lágrimas,

Catamarca una algarroba dulce,

un lugar cálido mineral y vegetal,

escuela como tantas en el mundo,

Ya una estirpe madura en el lenguaje.

Un árbol plantado en la tierra.

Muchas banderas de lenguas sus hojas,

nos enseñan a volar… Cantar… Amar...


Paseo General Navarro ©PFJiménez

Notas:

Catamarca: Significado: Fortaleza de la falda (Una de las acepciones que se puede extraer del Breve diccionario catamarcano de Rodolfo Lobo Molas).

Flautilla de piedra saponita: instrumento musical que se encuentra en el Museo Adán Quiroga. Ver: Nieto Iturres, Elizabeth. Memorias sonoras. 1a edición para el profesor - Catamarca: Editorial Científica Universitaria de la Universidad Nacional de Catamarca, 2020. ISBN 978-987-661-359-0 p.84

Imagen: Plaza La Alameda, Provincia de Catamarca, Argentina.

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jueves, 15 de julio de 2021

Conversation: "Language builds worlds"

Conversation: "Language builds worlds".  Youtube: Alba Television.  07/14/2021.

Host: Alba_Grismado.
Host: Nily Yaeger Bullón Escritora
Participants: Gustavo Adolfo Ojeda, Escritor Pablo Félix Jiménez, Avelino Sainar Nuñez, Alfredo_Javier_Moyano, Graciela Paz, Celia Sander.
#language
https://youtu.be/3m_F6B4RpFw




Conversatorio: "El lenguaje construye mundos"

 Conversatorio: "El lenguaje construye mundos". Youtube: Alba Televisión. 14/07/2021.

Anfitrión: Alba_Grismado.
Conducción: Nily Yaeger Bullón Escritora
Participantes: Gustavo Adolfo Ojeda, Escritor Pablo Félix Jiménez, Avelino Sainar Nuñez, Alfredo_Javier_Moyano, Graciela Paz, Celia Sander.
#lenguaje
https://youtu.be/3m_F6B4RpFw





domingo, 4 de julio de 2021

Sigue siempre adelante - Pablo Félix Jiménez

 

¡Sigue siempre adelante!

Mi, primo, hermano, Walter estaba rezagado. Yo tenía unos diez y mi amigo más de veinticinco años. 

Trabajaba, y en muchas oportunidades en su tiempo libre íbamos a jugar. Siempre caminando por veredas al mismo lugar. Una casona que luego se convertiría en una sala clandestina de juegos electrónicos, por así decirlo, porque a veces se prohibió que funcionarán para menores. Pero entonces había juegos eléctricos, estos no habían despertado la alarma general, pues no tenían la virtualización que tienen ahora los electrónicos o cibernéticos...

Dije que Walter estaba rezagado. Sospecho que sus años le permitían perder y los míos solo me concentraban en ganar.

Recuerdo que con el control en mano dirigía un auto color rojo ocaso y él un azul eléctrico. Como un rayo se desplazan ambos autos, rememoro, por las distintas encrucijadas que presentaba aquel sinuoso, escarpado, y declinado por parte camino envolvente. Las chispas de los electrodos sobre las delgas Infinitamente pares surgían a capricho como de las otras finitamente dispuestas en cada rotor de los frenéticos motores.

Todavía rueda en mi mente, el ruido, los gestos, las risas y, el regreso a casa bebiendo cada uno gaseosa de unas pequeñas botellas verdes que aminoran el calor de los valles catamarqueños.

Ahora que te fuiste, rememoró tu gesto, hasta que pase, este diminuto y bello brillar en esta vida.


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miércoles, 23 de junio de 2021

Todos saben, Pablo Félix Jiménez

 Todos saben.

© Pablo Félix Jiménez, 2020, Catamarca Argentina.


Foto de Brett Sayles en Pexels

El cortejo partió sin levantar polvareda. Una barahúnda de  perros se arrimó al ver tanta gente. La lluvia tenue empezaba a caer. Samuel Reyna el hombre más poderoso del pueblo era llevado al cementerio. Un cuchillo de cuatrero había revuelto sus tripas.

Cuando yo tenía unos veinte años, en el pueblo había dos hombres poderosos. Por aquel tiempo aún no se leían revistas de historietas sobre superhéroes que salían a salvar a la gente común de la prepotencia del villano.

Me encontraba solo bajo el amparo del poderoso Uriarte, y a cambio cuidaba de sus cabras. Era tan impetuoso entonces, que caí en la red de celos que doña Carmen tejía para hacer enfurecer a Uriarte.

Una tarde nos encontró bajo una parra donde terminaba el viñedo. Nos estábamos riendo de algo, sin una buena excusa, cuando nos sorprendió. Uriarte no había visto nada, pero a la noche en la taberna de Rufino, me esperaba. Me hizo saber que me la tenía jurada. La peonada abrió cancha por miedo a ligar. Y casi me destripa ahí mismo, si no fuera porque Samuel Reyna apareció en escena diciendo:

—¿Y vos te metes con críos que te das de macho?.

Suspiré, al esquivar de suerte ese puñal rencoroso que me lanzó Uriarte. Y suspiré de nuevo cuando colérico fue tras Samuel quién ya tenía empuñado el suyo.

Ambos se miraron con fiereza, como si tuvieran cuentas antiguas que saldar o una especie de diablo los moviera por dentro.

Era tanta la bronca de Uriarte, que de un certero acercar de hoja a la mano, el puñal de Samuel fue a parar al suelo.

Samuel se halló indefenso, y yo solo atiné a alcanzarle el preciado cuchillo que mi padre me dejara por herencia.

Lo sujetó sonriendo y el resto ya es historia olvidada...

—Este cuchillo me lo quedo. Pucha, que blandón de amo elegiste. Conmigo vas a andar derechito. Ya dejá de temblar, Yo sé lo que necesitas y mi generosidad es inmensa. Pasado mañana te juntas con la Candelaria... ¿Crees que no es mujer para vos? Alégrate chango, yo lo arreglo todo, quizás ni tengas que ir a pedirla, quizás venga solita a tus manos.

—Gracias patrón. —Le dije mientras le alcanzaba la funda del cuchillo.

Desde entonces me convertí en el hombre de confianza de Reyna. Y bajo su sombra cuidé de sus mujeres.

Porque al patrón no le gustaba llevar a la taberna a su mujer. En cambio, solía ir acompañado de una o dos buenas mozas. Nunca duraron sus caprichos más de cinco años. Y de vez en cuando les buscaba él mismo un hombre de entre la peonada para casarse.

Pero después de pasar quince años llegaron a su vida unas mellizas.

Para mi siempre fue un misterio cuál era una cuál la otra. Me parece que Hortensia era la más sentimental y que Marcelina era el fuego. Una era centrada y la otra te ponía al borde del precipicio, estar cerca de ella era como caminar descalzo sobre el filo de un cuchillo. Sus voces eran suavemente iguales, difícil distinguir una de otra, y cuando te atrevías a mirarlas de una forma distinta a tú hermana, solo veías dos hermosas mujeres iguales de vestidas.

Un día me hizo llamar. Dejé a Candelaria durmiendo a la siesta con los dos críos y al galope en lo que tarda en hervir una pava, estuve en el rancho de Reyna que me esperaba.

—Andá a buscar tuna. Después andá al poblado y me esperas lo que haga falta.

—Sí patrón, lo que mande. —dije y aún recuerdo la mirada de la señora que se coló por la ventana, una mirada resignada, una mirada de decepción, de desaprobación, una mirada dirigida a mí y no a su marido.

Atravesé una loma, pasé un recodo, y cerca de un manantial llegué a la casa de las mellizas que vivían con su madre. Bajé del caballo y lo até a la rama de un vigoroso algarrobo.

Me quité el sombrero y me acerqué a la puerta que ya estaba abierta y en cuyo marco estaba la madre.

—Hace buen día. —Dije.

—Hijas, se apuran, las buscan.

Fui hasta el establo. Saqué dos caballos pura sangre regalo del patrón. Después de ensillarlos volví a la casa.

Cuando me acerqué las mellizas estaban ya afuera esperándome. Estaban lindísimas.

Involuntariamente seguí con la vista sus botas de cuero color paja que le llegaban hasta cerca de las suaves rodillas. Mas arriba unos pantalones amarillos cortitos ajustaban unas piernas contorneadamente vitales y unas cinturas igual de vivas. Más arriba unas camisitas a cuadro sujetas por un solo botón y un solo nudito que dejaba ver sus bellos ombligos al aire y la redondez de sus tibios pechos que pujaban por soltarse. Más arriba unas cabelleras rubias de fantasía enmarcaba unos labios sensuales y unos ojos que ensueñan. Y entonces una de ellas me envió un guiño que sonaba a: ¿verdad que te parezco bonita?

Bajé la vista y me puse el sombrero. Ayude a las mellizas a montar los negros caballos. Subí al mío.

—Hijo, vaya con cuidado. Si usted se mete en líos yo también tendré problemas ¿Sabe de lo que hablo?

—Descuide. Soy el hombre de confianza del patrón. Yo velo por usted y sus hijas.

—Vaya con Dios.

Fuimos por otro camino. A una loma pelada que tiene aún hoy un quebracho colorado a cercanías de la cima. Bajé del caballo, tomé las riendas, una de las mellizas bajó y la otra con la bota empujándome dos o tres veces un hombro me insinuaba que la ayudara a bajar, y así lo hice. La joven me envolvió el cuello con su grácil brazo cuando la bajaba dejándome momentos después agitado el corazón y el perfume agitándome el cerebro.

—A qué le tienes miedo a Samuel. Si ni se atreve a mirarnos a la cara aunque estemos aquí solos.

—Es respeto señorita. Y Samuel sabe hacerse respetar.

—Déjalo en paz. El hombre tiene mujer. Y las tiene bien puestas.

—¿Vistes sus espuelas?, naides por aquí tiene una igual, salvo el patrón.

—Bien lo has dicho. Regalo del patrón. Yo también sé ganarme la confianza. Y si no les importa las dejo, ya viene.

—Vamos a ver si esa confianza que decís, cuando le cuente que me andas arrastrando el ala, te la sigues ganando. Que si levantas la vista y me ves como se mira a una mujer como yo, No le digo nada. Ja.

—Anda nomás. Lo dice para molestar nomas. Si mi hermanita es un pan de dios.

Las dejé donde siempre las dejaba seguro de que el patrón llegaba. Sabía que me miraba desde el horizonte.

Ese día cuando el sol se estaba yendo Reyna entró a la taberna con la camisa desabotonada, con sus dos bellezas espejo, con su humanidad de panza de asados a la vista y con su cuchillo de cuatrero oscilando a un costado.

Dos mujeres afuera husmeaban por una de las dos ventanas abiertas a ambos lados de la entrada. Una de ellas le dijo a la otra: 

—Mirá que guapo es el joven forastero ese del que te hablé. —Y todos oyeron.

Las dos joyas de Reyna miraron hacia la ventana y luego hacia la barra.

—Marcelina, Hortensia, a la mesa, tengo algo que arreglar aquí.—Dijo Reyna al tiempo que con un solo gesto entendí que me ordenaba que me asegurara que las mellizas obedecieran.

—¿Qué haces? —Le dijo al forastero de anteojos que estaba en la barra.

El forastero no se movió, ni dijo nada. Tranquilo tragó de un vaso algo.

Reyna se acercó y le habló perentorio a la nuca del flaco anteojudo.

—¿Qué haces? —repitió Reyna y le soplo la nuca.

—Chis. Te están hablando. ¿Sos maleducado vos? —dijo uno que estaba al lado mientras se sacaba el sombrero y llevándolo al pecho se alejaba con cautela.

—Ja Ja Ja. —Soltaron los curiosos.

El forastero giró sobre si, sus lentes negros tenían un extraño destello. Reyna se vio reflejado en un rojo sangre. Miró perplejo de nuevo. Y uno que estaba a su lado dijo:

—¡Es el diablo, patrón!.

—¿Qué diablo? —Dijo Reyna al tiempo que alargando su roma mano le sacaba de un manotazo el anteojo al flaco.

Por un instante el rostro del forastero osciló de derecha a izquierda como si le sacudiera una palma bofetada.

Cuando Reyna con una risa apagada se probaba el anteojo, su cuchillo entraba a su panza en lo que dura un suspiro.

El forastero soltó la empuñadura y Samuel incrédulo mientras pudo buscó con su mano buena en su cintura sin hallarlo.

Yo solo atiné a sujetar a Hortensia y a Marcelina de sus muñecas. Locas gritaban histéricas y sentía como un cansado latido cada intento acompasado que detenía, a tirones, a otros que ya no eran, de las mellizas, que ahora lloraban juntas a mí.

A Samuel lo miramos asombrados, a todos se les fue la borrachera. El forastero se inclina, recoge los anteojos y sale por la puerta.

Abajo en la panza el largo cuchillo a medio entrar oscila para un lado, para el otro. Como si por dentro algo quisiera expulsarlo.

Uno se sacó el sombrero, se arrodilló, y juntando las manos como cuando rezamos, no sabiendo que decir le dijo:

—Amo. ¿Está bien?

Samuel jadeaba... Nos buscó con la mirada y nos la cruzamos. Esos ojos amplios, abiertos, blancos, parecían decirme: Maila, en la que terminé amigo, maila algo.

—Sácale el cuchillo. —Le dijimos.

Con temor tomó el mango rojo, lo soltó, volvió a intentarlo, sujetó con vehemencia la empuñadura pringosa y para su sorpresa su mano temblorosa terminaba de ensartarlo hasta que Samuel exhaló.

Un perro negro entró abriéndose camino entre la gente, y llegando al cuerpo inerte se detuvo. Tomó la empuñadura con sus dientes, lo sacó, y corriendo saltó por la ventana llevándose el cuchillo a la espesura de la noche.

En la lápida dice: «Samuel Reyna». Nada más. Nadie va a visitarlo, nadie lo recuerda, ni siquiera su familia. Pero... Pero todos en el pueblo saben que el diablo anda suelto.


Se publicó también en:

Revista Legado Internacional. 13 ed. 2022. pp. 30-31. https://issuu.com/revistalegadointernacional/docs/d_cima_tercera_edici_n_legado_inter_35c1da7c4d8a4f


Nota:

Foto de Brett Sayles en Pexels


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sábado, 20 de febrero de 2021

Carnaval endiablado, Pablo Félix Jiménez

 Carnaval endiablado.

©Pablo Félix Jiménez, 2019, Catamarca, Argentina.

    Hace siete días o más caí muerto entre jarillales cerca de Trampasacha. Pájaros negros empiezan a girar en círculos. Creo que en cualquier momento me darán el toque final. Y ya no me encontrarán.

    —Es como si lo hubiera tragado la tierra —Dirán…

    Yo me reía. Ahora me río de buena gana de aquellos que dicen, sin haber perdido el pellejo, es como dormir. ¡Estupideces! Es como no poder pegar los ojos noches enteras con sus malditos días. Y peor, estos oídos que tengo todavía me ponen, los pocos nervios que me quedan, en punta, cuando escucho las hormigas caminar cerca, las moscas, y sus larvas.

    De ser otra la situación, esperaría la mano piadosa de algún errante que se dignara al encontrarme, taparme de una santa vez los párpados aunque más no sea. Pero. Caí de espalda, quede de una manera ridícula y me da vergüenza el solo pensar que me encuentren así de muerto. ¡Carajo!. Y por cierto parece que el alma existe. Debería haber sido más bueno en esta vida.

    Hace una semana atrás fui cerca de Trampasacha a buscar a Doña Elsa. Recuerdo que estaba malo, había pasado el carnaval, casi no podía tenerme en pie, y alguien que ahora no recuerdo como le decían, me dijo:

    —Si está malo, vea a Doña Elsa.

    Por eso la fui a ver.

    —Vaya por el camino a pie mejor. Usted solo se va a dar cuenta… Va a ver un sendero hecho por cabras y chanchos… Siga por ahí nomás y la va a encontrar —Dijo…

    Por eso la fui a ver a la Doña.

    Seguí el sendero. Algunas plantas espinosas arañaron mis brazos y piernas… Llegué a una encrucijada y escuché una voz.

    —Por aquí…

    Tomé la dirección por donde la voz había venido con la briza quemante de la tarde, estaba perdido, pero seguí el nuevo sendero hasta llegar a un claro donde una mujer entrada en años, o sí me pareció, me esperaba en el patio de un rancho hecho de horcones.

    Había un fogón y un cuenco de cerámica negra donde se cocinaba algo.

    Esperó a que me aproximara… Estaba frente suyo, me esperaba a tres pasos y observaba de pie. Sus dos manos apretaban el cabo de una escoba que parecía de pichanilla. Me di cuenta de que no podía articular palabra.

    —Es la mandrágora embrujada. —dijo la mujer que prepara las pócimas para los males de amores.

    Recordé allí mismo que una hermosa moza me había ofrecido una pócima en carnaval, cuando borracho, ni el mismo diablo me reconocería.

    La moza extendió sus dos brazos ofrendándome la pócima con mucho respeto. Me había preguntado con picardía:

    —¿Es usted el más malo?

    Yo miré a los otros que bailaban, a los timoratos con sus parejas y se me expandió el pecho.

    —Me sobran agallas. —le había dicho y bebí lo que me ofrecía.

    —Sabía que usted es de los buenos. —Dijo mientras acomodaba su larga cabellera color trigo.

    —Y Usted, con todo respeto, la más linda.

    La moza con una sonrisa cómplice y una mirada cargada de picardía y cavilaciones me señaló un caminito en aquel jardín que desembocaba en la puerta abierta de una habitación iluminada por la luna donde se podía ver un catre.

    La abracé, y caminábamos por la senda plateada...

    —Vaya nomás. —Me dijo la vieja sacándome de mis cavilaciones. — La vida es corta.

Regresaba desconcertado. De lejos me dijo a mis espaldas.

    —No debió tocarla…

    Y se rio, y reconocí aquella risa cómplice, la de la moza, empecé a correr asustado camino abajo. El cielo estaba plomizo y al llegar a la encrucijada, un cuervo graznó. Para entonces yacía muerto al costado del sendero, entre jarillales, cerca de Trampasacha.


Glosario:

  • Jarillal: terreno poblado de jarilla, las jarillas son arbustos ramosos de Larrea.
  • Pichanilla: Es un arbusto inerme de Senna aphylla.
  • Mandragora: La mandragora es un género perteneciente a la familia de las solanáceas.
  • Trampasacha: Es una localidad perteneciente al departamento Capayan de la Provincia Catamarca, Argentina. ver01, ver02
Cita: Pablo Félix Jiménez. Carnaval endiablado. Narrativa catamarqueña hoy. Editorial Maíz Rojo. Suplemento 20/02/2021 Diario El Ancasti. Catamarca Argentina.
Nota: Este Cuento lo elabore en mi concurrencia al Taller Literario de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Catamarca UNCa 2019. Agradezco la guia del Escritor Enrique Traverso quien dirige el Taller.