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domingo, 12 de julio de 2009

La inseguridad

MyDespacho tiene el agrado de publicar “La inseguridad de todos los días”, una opinión donde la búsqueda de una sociedad más justa, se convierte en una apremiante necesidad. Muy emparentado con este otro artículo “Inseguridad”, una anécdota, algo trivial, pero que nuestra las sutilezas que tiene ese delgado límite existente entre tener seguridad institucional y no tenerla. También se menciona un libro “ El tercer hombre” de Graham Greene, a raíz de tener una temática parecida a lo que los titulares de los diarios publican como “La ruta de la efedrina”. Además, incluye algunas Citas.
Finalmente, gracias por su visita.
Atentamente El Redactor.

La inseguridad de todos los días

Mueren entre cuatro paredes...


Estar libres de riesgos, es ya algo difícil de concebir; La inseguridad es algo que todos los adultos sorteamos a menudo con mayor o menor éxito, si se me permite considerar éxito, a un minuto de paz. A veces, ¡va! La mayoría de las veces la inseguridad es vivida en primera persona, decimos, en la calle te matan por un teléfono celular, pero pensamos en nosotros mismos, pues después de todo quien sale a trabajar diariamente somos nosotros mismos ¿verdad?, y hacemos una lista de potenciales riesgos que debemos sopesar y nos olvidamos que la inseguridad es un mal social, y cada cual mira para sí, y cada uno en una burbuja, y cada uno lucha en solitario, y los gritos, y las angustias mueren entre cuatro paredes...

Abramos los ojos de una vez, la inseguridad no solo son los robos corrientes que a diario el informativo muestra en letras grandes, en imágenes desgarradoras, en sonidos que nos llegan de una victima anónima expuesta al publico. También son los otros, los menos comentados, los mas envueltos en una cosmética cínica, están los que arrancan de raíz la vida de miles de niños, con sus hambres de pan, hambres de vivienda, sed de agua, sed de justicia, sed de encontrar un papel más relevante en la sociedad, que ser el motivo de un higiénico análisis de la pobreza en algún papel de estadística que descansa en una oscura gaveta en el estudio de un gobernante de turno. Están en los otros hurtos al descanso justo de nuestros ancianos, están los corralitos financieros, en la falta de compromiso de quienes nos representan. Y será que están como nosotros, mirando para estar mas seguros, hacia sí mismos...

La inseguridad que causa el hombre tiene sus raíces en el individualismo mal entendido. Creo que debemos hacer algo por la seguridad del otro y así no estaremos solos, por el contrario, denunciaremos, nos revelaremos, a tolerar el hambre, la miseria ajena, y a su vez, como la vida natural así lo previsto, tendrá la seguridad, la fe, de que Usted será protegido, pues abra contribuido a forjar una sociedad mas justa.

Inseguridad

Es un apriete pensé...

Cuando me encontraba en un bar con un grupo de amigos, hablábamos acerca de la inseguridad y tome nota de una anécdota, para publicarla en este blog. Vamos pues a la anécdota:

“Hace ya unos años, me encontraba en San Miguel de Tucumán, al cuidado de la casa de mis padres junto a mi cuñado, a raíz de que curiosamente todos menos mi cuñado habían viajado hacia Catamarca, de donde yo venía.

Pasaron unos días y estaba pensando a donde ir a divertirme, le comenté a mi cuñado mis planes y me convenció de que fuéramos a ver una exposición acerca del holocausto, que si mal no recuerdo, era presentada por la AMIA.

Recuerdo que al regresar de la charla, cuando nos encontrábamos a una cuadra de la casa, vimos que la puerta estaba abierta, nos apresuramos, mientras pensábamos, creíamos, que nos habíamos olvidado de cerrar la puerta, más ya a la entrada de la casa, nos desayunamos (léase “nos dimos cuenta”) que se trataba de un robo, la puerta, lo que quedaba de ella, era solo el marco.

Llamamos a la policía, llegó el oficial, atravesó lo que quedaba de la puerta y miro a la redonda, pensando. Luego dijo ¿por dónde entraron los ladrones? Inmediatamente, pensé “¡caracoles! Este policía sí que es profesional, tiene que haber dado con un detalle menos evidente, que lo lleve a pensar que la puerta había sido usada para salir, en vez de ser usada para entrar”, nos estará gastando una broma ironizo mi cuñado.

El oficial preguntó qué nos habían robado, nos pusimos a revisar encontrando con sorpresa que no nos faltaba nada, salvo la puerta que estaba estropeada. Bueno en ese caso dijo el policía, nos retiramos, ¿Cómo? Dijo mi cuñado, la puerta... Ustedes revisen con calma y cualquier cosa se dirigen a la comisaría, hasta luego dijo y se marchó.

Atando cabos, recordó mi cuñado que le habían ofrecido unos días atrás, un servicio de seguridad, al que había rechazado, entonces, es un apriete, pensé.”

Así termino su relato y cavilando en ello, dije al fin “¡ no hay robo no hay delito!" ...

El tercer hombre

“ellos me lo han dicho todo... Traficaba. Un tráfico inmundo. No valía nada... Nos hemos equivocado Usted y Yo,”
Graham Greene.

clip_image002La trama del libro “El tercer hombre” tiene como escenario una ciudad Europea en ruinas durante la segunda guerra mundial, en donde el autor (Graham Greene) muestra a una banda de traficantes de antibióticos adulterados, cuyo consumo produce la locura o la muerte. Cito esta obra a raíz de tener un paralelo con los titulares de los diarios cuando hablan de “El camino de la efedrina”.
Una novela que nació siendo guion de cine y que fue llevada a la pantalla con un éxito sin precedentes.
Grahan Greene, El tercer hombre, Ed. Andrés Bello, 1993

Citas

“El castigo de la injusticia, no es la muerte ni el tormento, sino la fatal necesidad en que se encuentra de hacerse cada vez más y más injusta.”

Sócrates.

“Mirad al mundo que habitamos: pocos son, los que su bien conocen o, si lo conocen, tratan de alcanzarlo.”

Dryden.

“Todo hombre debe comenzar consigo mismo, para obtener primero su propia felicidad, de la cual surgirá por fin, indiscutiblemente, la felicidad del mundo entero.”

Goethe.