De la Radio a Mi Despacho

En 1973 hace irrupción a mis sentidos la radio a galena de mano de mis padres…

En 1979 estaba leyendo un libro de radioaficionado mientras escuchaba una que otra emisora de radio de distintos países en el receptor de mi padre y recuerdo que pensé en aquella oportunidad que sería bueno ser corresponsal. Recuerdo darme cuenta de que aparte de leer estaba en mis posibilidades el escribir y recuerdo haber dispuesto todo para armarme mi cuarto de estudio, gradualmente fueron formando parte del paisaje de mi cuarto objetos que antes estaban dispersos por la casa, un cuaderno, un libro, una máquina de escribir que se negaba a permanecer en el lugar que mis padres habían dispuesto para ella.

1982 descubría la computación, en una TI-990 si la memoria no me traiciona, el lenguaje basic, y el intrincado mundo de los circuitos integrados que descubría cuando requería un service y viajaban en avión los técnicos para repararla, era del tamaño de una media heladera por así decirlo y su disco más grande que un longplay.

1985 en mi habitación “mi despacho” leo un libro “Sociedad Cibernética”, si no lo hubiese leído, me deslumbraría más el mundo de la Internet.

1987 Cambio de casa, uno que otros ajustes y ya está “mi estudio” independiente de mi habitación, agoto las horas leyendo, escribiendo, estudiando.

1990 luego de infructuosos anhelos de adquirir una Atari o Commodore 64 años atrás, por caminos de la casualidad tengo un PC, de escritorio, cercana, donde doy mis primeros pasos en AutoCAD, colgando y reseteando...

2007 no necesito recordar, es el presente, la sociedad cibernética de la que alguna vez leí, la radio a galena llevada a la web, todo rápido, como el nacer, en algún lugar de este intrincado mundo de la comunicación, siempre encontraremos orígenes que nos atan, pero a la vez nos impulsan a proyectarnos hacia adelante.

Sé exactamente que contendrá este blog, Información, una fracción de experiencia, ¿y la Oficina Privada, Mi Despacho?, es animarlo a formar su propio espacio desde donde le dé alas a su imaginación.