Author: Jiménez Pablo Félix.
Abstract: The narrative, the re-write, the re-view, and the re-read.
Key words: narratology, re-write, re-view, re-read.
Las ideas preconcebidas acerca de los sueños puede poner bajo la alfombra la antítesis en la forma de la vigilia, su sombra, como algo contrapuesto de un lado al otro. Como si de un lado yaciera lo real y del otro lo imposible hecho realidad almeno en los sueños.
En el clásico cuento breve que traigo a la memoria (creo que es de Augusto Monterroso, palabras más, palabras menos):
«Soñé que en el jardín había un dinosaurio, desperté y allí estaba».
Puedo aún, en este breve cuento, encontrar una Introducción, una Descripción, y un desenlace. Es más, puedo intuir que el texto se extiende más allá de las palabras concretas que lo forman. Bajo el amparo de la sombra de aquello que no se dice, radica la interpretación del mensaje.
De aquí aprendemos que en toda narración es importante la elección de palabras y frases que formarán la narrativa como las otras que no se escribirán.
Tanto en el proceso de la escritura como en la lectura, puede a veces, si no generalmente, darse el caso de la relectura.
Si este es el caso, en la etapa inicial, cuando tenemos la primera versión, la construcción de la narración puede estar inmersa en un círculo virtuoso que consiste en saltar desde el Desenlace a la Introducción en tantas etapas como exija la revisión, la búsqueda de la profundidad del texto, del mensaje, el injerto de párrafos faltantes, y la poda de elementos innecesarios.
La revisión circular amplifica el mensaje en la etapa de la lectura y relectura en muchas capas.
En cada vuelta cada parte de la estructura cambia. Mutan los personajes en cada corrección. Cada vuelta de reescritura deja una huella que facilita la lectura.
Es por eso quizás que a veces se dice que el final de la obra tiene algunos elementos que ya se insinúan en la Introducción. Esto no es explícito, leemos en forma lineal, secuencial, empero como la construcción ha implicado una retroalimentación, es obvio que la introducción y el Desenlace tengan elementos comunes, conservando posiciones antípodas.
Creo en un acto de fe, en un acto sesgado de nulidad, que el cerebro funciona como un coro de centros de sentidos y procesos y memoria. El pensamiento secuencial que se plasma a través del lenguaje, dependerá de la estrategia de dicha secuenciación más o menos consciente en el escritor.
Cuando tenemos la hoja en blanco al frente y empezamos a escribir, principian las ideas, los sentidos, los recuerdos, a agolparse, en forma desordenada, pujando por salir y entonces sucede la magia de la secuenciación de los hechos en la obra escrita que empieza a nacer. Pero el texto definitivo aún no lo tendremos, solo escribimos rápido, tan rápido como podamos para seguir el ritmo de las emociones que con la velocidad de un rayo pujan por expresarse. Luego vendrá el largo transitar por la etapa de la revisión primero por el escritor y luego por el lector que podrá sacar distintas facetas de lo escrito en cada relectura.
En la etapa de revisión, podemos apagar, por así decir, algunos centros, si en la revisión, en cada vuelta, corregimos un solo paradigma: Lo visual, lo referente al tacto, lo emotivo, la memoria, lo lógico, lo contradictorio, etc, y finalmente una vuelta integradora donde buscaremos el equilibrio del mensaje secuenciado, que tiene, en el lector, que tocar distintas fibras, distintos centros que una vez, con suerte, resuenen por intermedio de la memoria de corto plazo, al unísono, formando un cuadro integrado y cerrado. El fin de la secuenciación en la consumación del mensaje.
El análisis aplicado a la obra, en etapas escalonadas, puede repetirse a nivel de párrafo. Si esto sucede, la narrativa resultante tendrá un aspecto fractal, en el sentido de que sea cual sea el lugar de la obra en que nos detengamos a observar, encontraremos el mismo refinamiento y amplificación de lo que se trata de transmitir.
Alguna de estas vueltas de revisión, esta retroalimentación, en la etapa de la revisión de la narrativa pueden ser:
1. Ortografía, gramática.
2. La composición visual.
3. La composición auditiva.
4. La composición táctil.
5. La composición olfativa.
6. Las ideas. Censuradas o no.
7. Los sentimientos. Los sueños.
8. Los recuerdos, el pasado.
9. La realidad, el presente.
10. Las premoniciones, el futuro.
11. La revisión integradora, todo junto, lo que determina la forma y el tono general de lo narrado.
El orden sugerido y los ítems del 1 al 10 pueden variar, incluso el paradigma. Lo importante es dejar pasar un tiempo prudencial entre cada vuelta de revisión.
Se puede agregar en el análisis al narrador y el punto de vista desde donde se narra.
No debes olvidar que los que queremos decir en el mensaje es tan valioso como lo que no se dice o silenciamos deliberadamente. Aquí una máxima: Lo que no se dice para decir lo que se dice.
El juego de los contrastes, de los contrarios, de la tesis y antítesis, son probablemente esa huella que deja el refinamiento de la reescritura y relectura del texto en continuo cambio.
Y si allí siempre estuvo, entonces, no era un sueño. El dinosaurio estaba en el jardín noche y día... Y desperté allí mismo.